Desde que Jorge Romero anunció este taller, no dudé en lanzarme y al ser mi primer tomado, la verdad recuerdo que estaba nervioso y ansioso por lo que Jorge tendría por enseñarnos.
Jorge nos recordó constantemente que nuestro trabajo no solo consiste en capturar momentos hermosos, sino también en contar historias, en crear recuerdos que perdurarán para siempre en la vida de nuestras parejas.

Pero más allá de las técnicas fotográficas, lo que realmente me impactó fue la lección de empatía que Jorge nos enseñó. Nos instó a ponernos en los zapatos de nuestros clientes, a comprender sus emociones, sus expectativas y sus sueños. Nos recordó que cada boda es única y que nuestro trabajo es capturar la esencia misma de ese día tan especial.

Además, Jorge nos desafió a dejar las excusas de lado y a comprometernos plenamente con nuestra pasión. Nos recordó que el éxito en la fotografía de bodas no viene de las excusas o de las limitaciones, sino del compromiso, la dedicación y el amor por lo que hacemos.

En resumen, el taller de fotografía de bodas con Jorge Romero fue mucho más que una oportunidad para aprender nuevas técnicas fotográficas. Fue un viaje de autodescubrimiento, de crecimiento personal y profesional, que me dejó con una profunda gratitud y una renovada pasión por mi trabajo como fotógrafo de bodas.

Por eso, quiero aprovechar este espacio para agradecer a Jorge Romero por compartir su conocimiento, su experiencia y su corazón con nosotros. Su guía y su inspiración han sido fundamentales en mi camino como fotógrafo, y estoy eternamente agradecido por ello. Si alguna vez tienen la oportunidad de participar en uno de sus talleres, no duden en hacerlo.

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